domingo, 4 de diciembre de 2016

Biografía de Los Profetas Menores




1) Nacimiento, niñez y juventud. Ancestros y Padres.
El nacimiento del profeta Oseas se fecha alrededor del 800 a.C. Su nacimiento y juventud se pueden situar en el Reino del Norte, ya que su profecía refiere al rey de Israel como “nuestro rey” (7:5) y al Reino del Norte como “nuestra tierra” (1:2) durante el reinado de Jeroboam II. Además, algunos comentaristas señalan que sus frecuentes alusiones al Líbano, el Tabor, Bet-el, Jezreel y Ramá, señalan que su niñez y juventud fueron las de quien conoce a fondo dichos lugares.
Fue contemporáneo de los profetas Isaías y Miqueas en el sur, siendo Amós probablemente su predecesor profético. Son pocos los detalles que se conocen de la vida del profeta Oseas. Se conoce el nombre de su padre (Beeri) pero se desconoce su línea familiar. Según la tradición cristiana, Oseas fue originario de “Beelmoth (según Efrén Siro) o Belemoth (según Pseudo-Epifanio e Isidoro)”, aunque Jerónimo comenta que era originario de “Bet-semes”, pertenecientes a la tribu de Isacar. Alguna otra tradición, poco confiable según algunos, lo identifica con la tribu de Benjamín (según las “genealogías en el Talmud y la Mishnah).
2) Educación o Experiencia Formativa.
Se desconocen detalles con respecto a su educación o experiencia formativa, sin embargo, muchos comentaristas coinciden que la mayor “escuela” o “formación” que el profeta recibió durante su juventud y ministerio profético, fue la de cohabitar con Gomer, la mujer infiel con la cual Dios le mandó desposarse. Oseas es un profeta rústico. Sus figuras llenas de vida son extraídas de la vida del campo, del hogar, del huerto y del rancho. Algunos comentaristas consideran que fue fuertemente influido por Amós.
3) Llamamiento a trabajo específico.
Según los estudiosos, Oseas parece haber tenido un ministerio profético de más de treinta años. Algunos consideran que solamente profetizó durante una década, otros más hablan de un “ministerio prolongado” que se extendió hasta los 60 años. Esto se considera al observar los reyes enlistados en 1:1, y por alusiones a eventos históricos en el libro.
Probablemente recibió su llamamiento a profetizar alrededor del 760 a.C. (hacia el fin del reinado de Jeroboam II) y continuó por cerca de 30 años (algunos señalan que su ministerio pudo haberse extendido hasta el 722 a.C., fecha de la caída de Samaria). Sus experiencias personales, dieron una vívida ilustración del mensaje del profeta: la idolatra e infiel Israel. En su caso, su vida personal forma parte inseparable de su ministerio profético.
4) Servicio a Dios y efectos en otras personas.
A diferencia de otros profetas, quienes denunciaban injusticias sociales cometidas por el pueblo de Dios, Oseas centra su mensaje profético a la infidelidad e idolatría del pueblo, a pesar de la prosperidad económica que reinaba en el Reino del Norte.
Los estudiosos comentan que Oseas proclamaba su mensaje verbalmente en los lugares naturales de reunión del pueblo, que incluirían santuarios (por ejemplo Betel y Gilgal; 4:15) donde la gente venía a adorar y a ofrecer sacrificio, y las puertas de las ciudades, donde los ancianos se reunían a arreglar disputas legales. Existe la probabilidad que Oseas pasara algún tiempo en Samaria, pues aparece en varias profecías (7:1; 8:5, 6). Algunos comentaristas señalan que, en vista de las referencias a Judá en el libro, (1:1, 7, 11; 4:15; 5:10–14), es posible que Oseas se haya refugiado allí en algún punto de su ministerio, dado el rechazo que la gente del Norte tuvo ante su ministerio profético. Se considera entonces, que su mensaje no fue bien recibido en las personas del Reino del Norte.
5) Aspectos negativos y positivos de su vida.
Pareciera que el aspecto “negativo” que predomina en la vida del profeta, es el “llevar la carga” misma que Dios le impuso para ilustrar (y vivir en carne propia) la infidelidad del pueblo para con Dios. Esta imagen tan vívida y cruda que el profeta experimenta quizás sea el aspecto más oscuro de Oseas y más complicado de entender por el lector moderno. Sin embargo, contrasta con el aspecto positivo de la obediencia total del profeta a hacer lo que el Señor le manda a hacer. Oseas ilustra con una asertividad que sólo su propia experiencia le puede dar, su mensaje profético a la nación idolatra.
6) Evaluación de su carácter y sus relaciones personales.
El profeta Oseas es muestra de obediencia, humildad y sencillez. La paciencia también es rasgo que le identifica con el carácter de Dios en su paciencia al infiel Israel. Es quieto, apacible, reflexivo y sensible. Casi la totalidad del libro, es una denuncia directa al pueblo de Israel. Oseas habla sin miramientos y es fiel a la profecía que Dios le ha dado. La anuncia con denuedo y de forma clara, directa e íntegra. Algunos comentaristas lo consideran como “manso, pensativo e inclinado a la melancolía, pero franco, afectuoso, y lleno de patriotismo. Un poeta.” Sin lugar a dudas, su experiencia personal con Gomer, fue la que más afectó su vida.
7) Su muerte, lugar, manera y efectos.
Según una corriente de la tradición judía (“ha Shalshelet-Cabalá”), señala que Oseas murió en Babilonia, y que su cuerpo, después de haber sido llevado por un camello de Safed, en Galilea superior, fue enterrado allí. En la actualidad, el supuesto sepulcro de Oseas se encuentra en la región de Transjordania, en el monte “Nebi Osha” (mismo nombre del profeta), cerca de la localidad de Es-Salt. Se desconoce la forma de su muerte. Algunas otras fuentes consideran que Oseas fue llevado cautivo a Babilonia, en donde murió en prisión alrededor del año 720 a.C.
8) Aplicación personal de la vida del profeta.
La vida del profeta Oseas me parece un ejemplo de fidelidad y obediencia a Dios. Aun cuando el mandato sea doloroso, el profeta Oseas nos enseña a obedecer y cumplir con la voluntad divina. También tiene una aplicación personal en cuanto a su mensaje: nuestra infidelidad contra la fidelidad amorosa de Dios. A pesar de nuestras fallas, el final de la historia muestra la misericordia de Dios en la futura restauración de Israel. El profeta me exhorta a ser fiel a ese mensaje; me enseña a bendecir la fidelidad de Dios y a intentar evitar el camino de la infidelidad a Él.



1) Nacimiento, niñez y juventud. Ancestros y Padres.
Su vida es prácticamente desconocida y con respecto a la fecha, hay controversia. La tradición considera que nació alrededor del año 800 a.C. (siendo contemporáneo de Amós e Isaías, y considerando la probabilidad que Amós se refiera a él en Amós 5:16-18) aunque la crítica sitúa al personaje y su profecía después del exilio babilónico e incluso algunos, hasta el 515 a.C. tras la reconstrucción del Templo (dado el tema de la “dispersión judía” del capítulo 3 y de una escatología más cercana a una teología tardía). Dado que el nombre “Joel” era bastante común según los historiadores, es difícil establecer con total certeza otros detalles de su vida, más allá del nombre de su padre (Petuel). Algunos consideran que vivió en Jerusalén y que perteneció a la tribu de Leví, tomando como base teórica la labor sacerdotal mencionada en 1:9 y 13 y 2:17. Algunas tradiciones judías (Pseudo-Epifanio) señalan que pertenecía a la tribu de Rubén y nacido en la localidad de Bethor o incluso “Bet-Meón”, sitio moabítico (Pseudo sirio Epifanio). Sin embargo, es imposible afirmar con certeza detalles de sus antepasados, dado que el libro no presenta material suficiente para situar con exactitud su fecha.
2) Educación o Experiencia Formativa.
Si se sigue la tradición incierta de la ascendencia sacerdotal (Leví) de Joel, se puede sugerir que su educación o experiencia formativa tendía íntima relación con las labores del culto en Jerusalén antes de la deportación babilónica. Sin embargo, los pocos datos que se tienen de este profeta, hacen imposible afirmar con certeza dicha presunción.
3) Llamamiento a trabajo específico.
Según la tradición, su llamamiento al ministerio profético fue durante el reinado de Joás (836-797 a.C.). Quienes sitúan a Joel en época de Josías (s.VII a.C.) lo hacen considerando la “hambruna” que es similar a la descripción hecha por Jeremías en su capítulo 14. Fuera el tiempo que fuere de su ministerio profético, Joel, dividido en 2 secciones, profetiza primeramente el juicio sobre Judá y en segundo lugar, un llamado al arrepentimiento previo al juicio de Dios en su “día” sobre las naciones enteras.
4) Servicio a Dios y efectos en otras personas.
Los 3 capítulos del libro de Joel muestran con claridad el oficio plenamente profético de su autor. Su servicio a Dios fue llevado a cabalidad al enunciar la palabra de Jehová que vino a él. El efecto en otras personas escapa del alcance del libro. Sólo se tiene el registro de la profecía, sus consecuencias, su exhortación, pero se desconoce a cabalidad el efecto en los receptores de su mensaje. Si se sigue la línea que opina que profetizó en tiempos de Josías, probablemente hubiera incidido en el gobernante para realizar su reforma religiosa.
5) Aspectos negativos y positivos de su vida.
Se desconocen aspectos de su vida. Sólo se tiene registro cierto de su profecía, pero los detalles personales de la vida del profeta Joel son inciertos. Sin embargo, por el mensaje de su libro, se puede notar que Joel habló con claridad y denuedo el mensaje dado por Dios. No escatimó al pronunciar juicio de “langostas” sobre el pueblo de Dios. Tampoco lo hizo al profetizar a futuro la victoria de Dios en su día frente a sus enemigos, ni la futura restauración del pueblo de Dios. Se encuentra pues la virtud de la obediencia y fidelidad al compartir el mensaje recibido por Dios.
6) Evaluación de su carácter y sus relaciones personales con otros.
Algunos comentaristas señalan al respecto: “Es imposible siquiera tener una idea de la personalidad del profeta de los contenidos de su libro, porque, en correspondencia con la parte oratoria, en parte visionario estilo, todos los rasgos personales se han omitido. Sólo esto puede llegar a la conclusión de su escrito, que él era un judío y que en el momento de su actividad profética vivió en Jerusalén.” Por su profecía, se le puede describir como piadoso, religioso y valiente.
7) Su muerte, lugar, manera y efectos.
Se desconoce con certeza la muerte, el lugar y la forma de muerte del profeta Joel. Sin embargo, algunas tradiciones judías, las que sostienen su ascendencia en Rubén, establecen que murió “en paz” en su tierra. Otra tradición dice que Azarías, hijo de Amasías, le golpeó en la cabeza, le llevaron a su tierra, en donde sobrevivió dos días para después morir.
8) Aplicación personal de la vida del profeta.
La vida del profeta Joel, fuera de su labor profética, es poco conocida. De su profecía puedo aplicar la vehemencia de proclamar la Palabra de Dios, aun cuando el mensaje sea de juicio. Se requiere ciertamente valor para ello. También es conocido el pasaje de la labor del Espíritu Santo en épocas postreras (Joel 2:17-21 y su cumplimiento en Hechos 2:16-17). Me queda claro que la labor profética de un siervo de Dios está en la plena obediencia al Espíritu Santo. El nombre “Joel” también es un bello indicativo de en Quién se encuentra la salvación. Sólo en Él encontramos salvación.












1) Nacimiento, niñez y juventud. Ancestros y Padres.
La tradición considera que Amós vivió alrededor del año 750 a.C. Originario de Tecoa, lugar situado a unos 16 kms. al sur de Jerusalén. Su niñez y juventud muy probablemente son las descritas por él mismo: gente de campo que laboraba cuidando ovejas de lana fina. Se considera que fuera de la tribu de Judá, pero de sus ancestros poco se sabe. Algunos intérpretes judíos consideran al profeta de una familia rica. Alguna tradición judía lo apoda “el tartamudo”.
2) Educación o Experiencia Formativa.
Pareciera que Amós no tuvo formación previa para el ministerio profético. Él mismo se describe: “no soy profeta ni hijo de profeta” (7:14). Su oficio era boyero y recolector de higos silvestres. Algunos comentaristas consideran que fue precisamente esta vida aislada su preparación para el ministerio profético, hasta su llamamiento para predicar a Bet-El. El aislamiento y la contemplación de los paisajes naturales, dicen algunos, fueron el escenario perfecto para la preparación de Amós. Algunos otros consideran que Amós conocía la historia, las leyes y las tradiciones de Israel del pasado y del presente.
3) Llamamiento a trabajo específico.
A pesar de ser natural de Judá, el Señor le llamó a profetizar al Reino del Norte en tiempos del rey del sur Azarías y Jeroboam II, rey de Israel, alrededor de los años 770 a.C. Algunos comentaristas creen que su llamamiento fue “de seguir tras el rebaño”, es decir, en plena labor de pastor. Es llamado pues a profetizar a Israel. Mencionan algunos comentaristas: “Escribiendo en una época de prosperidad, cuando un fuerte contraste existente entre la lujosa vida de los líderes de la nación y la opresión de los pobres, Amos predicó la urgencia de la justicia social y la amenaza de juicio divino inminente.” Sintió un vehemente deseo de ir a Bet-el a predicar.


4) Servicio a Dios y efectos en otras personas.
Amós es obediente al mandato de Dios de llevar Su Palabra al Reino del Norte, sin embargo, al hacerlo, Amasías, el sumo sacerdote de Betel le aconseja escape a su tierra, Judá, y que ahí pueda ganarse la vida por su profesión de profeta. Amos contesta que no le es necesario tener en honorarios por sus profecías, él “no es un profeta”, ya sea por profesión o de explotación, sino que fue llamado por Dios desde detrás de su rebaño. El rechazo es el efecto que la profecía de Amós causa en otras personas. En primer lugar, no era del Reino del Norte por lo que esto generó rechazo; en segundo lugar, su profecía no era halagüeña para el Reino de Israel. También es notable que, según algunos comentaristas, Amós sea el primer profeta que escribe los mensajes recibidos de parte de Dios.
5) Aspectos negativos y positivos de su vida.
Podría pensarse que el hecho de no ser un “profeta” de profesión sugeriría una debilidad en Amós, sin embargo, es precisamente eso que lo hace un personaje único en la historia de Israel. Es severo, osado y dueño de sí mismo al profetizar a un Reino del cual no es originario, y hacerlo con toda la autoridad aún sin ser “profeta”. Su crítica social era incisiva. Esto pueda ser considerado una virtud ante los excesos que vivía el opulento Reino del Norte en sus tiempos.
6) Evaluación de su carácter y sus relaciones personales con otros.
Amós, a pesar de ser un sencillo trabajador de campo, tiene pureza de lenguaje, belleza de dicción, y arte poética. Es directo en su mensaje y un tanto áspero. Es vigoroso levantando la voz en el idolatra Bet-el. Jerónimo citaba de él como un profeta “tosco en el hablar, empero no en el saber”. Su relación con el pueblo no fue la mejor, pues les anunció su adormecimiento por causa de sus riquezas y frivolidad. Tiene una seria confrontación con Amasías, quien sugiere que Amós predica sólo para “mantenerse”, a lo que Amós responde que ni siquiera es tal su oficio.



7) Su muerte, lugar, manera y efectos.
No existe un relato completamente cierto del lugar y las causas de la muerte del profeta. Según la tradición rabínica, Amós fue asesinado por el rey Uzías, quien lo golpeó en la frente con un hierro al rojo vivo (“ha Shalshelet-Cabalá”). Según otros escritos judíos (Pseudo-Epifanio en “Vida de los Profetas”), Amós fue asesinado por un golpe en la sien, golpeado por Amasías, sacerdote de Betel.
8) Aplicación personal de la vida del profeta.
Me gusta mucho la idea de la profesión de Amós y su llamamiento al ministerio. En ocasiones pensamos que sólo personajes con cierta clase de “linaje” o “escuela” son quienes puede Dios utilizar para su servicio, pero Amós es el vivo ejemplo de lo contrario. Un profeta osado pero sencillo, que denuncia las injusticias sociales de una sociedad hastiada de comodidades y lujos pero ciega ante las injusticias y necesidades de los demás. Pareciera un cuadro exacto de varias sociedades contemporáneas. También me enseña que los religiosos en ocasiones están más interesados en su “status” que en la palabra que Dios envía a ellos por medio de otras personas.








1) Nacimiento, niñez y juventud. Ancestros y Padres.
Es muy poco lo que se conoce de Abdías con claridad. La tradición lo sitúa alrededor del 800 a.C. en el Reino del Sur en tiempos de Joram, pero hay opiniones que lo pudieran fechar incluso hasta el 312 a.C. Hay quienes, como  Jerónimo, que lo identifican con el mayordomo del palacio de Acab, originario de Siquem, que escondió a los profetas de Jehová en 1ero. de Reyes 18; otros, basados en Pseudo-Epifanio y su “Vida de los Profetas”, lo identifican con el capitán de Ocozías (2do. de Reyes 1:13-15); la tradición talmúdica considera que fue un prosélito edomita (cosa poco probable, dicen otros, por su dura condena a Edom) descendiente de Elifaz, amigo de Job, y probablemente rico. La crítica y muchos comentaristas modernos, lo consideran un profeta de Judá probablemente vivo en el s. V a.C. Lo sombrío de este profeta incluso llega al punto de pensar en “Abdías” como un apelativo y no como nombre propio. Opina un comentarista francés: “no se sabe nada de Abdías, su familia, en la vida, lugar de nacimiento, forma de la muerte, son igualmente desconocidos para nosotros”.
2) Educación o Experiencia Formativa.
Se desconoce con certeza el origen, la educación o la experiencia formativa del profeta. Los 21 versículos que forman parte del libro están escritos con una belleza poética, que consideraría al autor como alguien culto y educado. Incluso hay quienes se atreven a pensar que Abdías es realmente un fragmento autoría de Jeremías. Al hacer referencia a “sabios” de Edom (v.8), quienes apoyan la teoría de Abdías como idumeo consideran que el autor era uno de aquellos “sabios” y letrados personajes de Edom. Hay quienes consideran (en la tradición judía) que Abdías recibió el “don profético” por el acto de esconder a los profetas de Jehová de la persecución de Acab (si uno se inclina por identificarlo de esa manera).



3) Llamamiento a trabajo específico.
El profeta Abdías fue llamado a emitir un severo juicio sobre Edom, quien históricamente ha escarnecido y molestado a la nación de Israel, además del juicio a todas las naciones por parte de Dios. Abdías habla repetidas veces que su mensaje es de origen divino. Habla también acerca de la restauración final que el pueblo de Dios verá.  Se desconoce el llamamiento del profeta, salvo su propia indicación de la “visión” recibida de parte de Dios y su consecuente comunicación.
4) Servicio a Dios y efectos en otras personas.
Su servicio a Dios es el del profeta que recibe la visión y la expresa en profecía. Se desconoce cuál fue la reacción de las personas a quienes fue dirigida la profecía. Se desconoce también las relaciones que el personaje histórico tuvo con sus contemporáneos. Se puede presumir que el efecto en sus oyentes judíos fue de regocijo al saber el juicio de Dios sobre Edom.
5) Aspectos negativos y positivos de su vida.
Considero que un personaje del cual contamos con tan escasa información, es difícil de analizar en este sentido. Simplemente baste decir, como lo hacen algunos comentaristas, “su obra era más importante que el obrero, y por causa de la obra, el autor permitió que su personalidad se desvaneciera en el fondo.” Su aspecto positivo es el hecho de expresar la visión recibida por Dios para anunciar el juicio de forma clara y tajante. Probablemente su aspecto negativo es que no nos haya dejado registro de su época particular este “siervo de Jehová”.





6) Evaluación de su carácter y sus relaciones personales con otros.                                                                                                          
Es evidente que no se puede establecer con certeza esto. Habría primero que decidirse por cuál de los personajes considerados como el “histórico Abdías” para poder hablar de su carácter. Por ejemplo, si se sigue la tradición rabínica que identifica a Abdías como aquel rico que escondió a los profetas de Jehová de manos de Acab, hablaríamos de una personalidad generosa, temerosa de Dios y dispuesta a arriesgar su propia integridad para salvaguardar a los siervos de Dios. Así haríamos con cada “propuesta” de “Abdías” sugerida por los eruditos.  Sin embargo, por el tono de su profecía se proyecta una personalidad fuerte y viva; consciente de la obra de Dios en juicio final sobre sus adversarios. Se puede considerar un carácter inamovible en el justo juicio de Dios sobre los burladores del pueblo de Dios y sobre sus enemigos. Un hombre piadoso, patriota, espiritual y emocional.
7) Su muerte, lugar, manera y efectos.
No se conoce con certeza acerca de su muerte, lugar y maneras. Según alguna tradición judía, Abdías “descanso en paz”.
8) Aplicación personal de la vida del profeta.
De Abdías aprendo el denuedo de hablar conforme a la “visión” recibida de parte de Dios. Un “siervo de Jehová” es anónimo. Es lo que Dios quiere hablar lo que importa y no la fama o reconocimiento del profeta lo que cuenta. El mensaje de Abdías me recuerda cuidarme de escarnecer o burlarme de otras personas. No es algo agradable delante de los ojos de Dios. Quien pasa tribulación, aún por voluntad de Dios, no debe recibir nuestro escarnio, burla o crítica. Deberíamos más bien estar atentos a que ese juicio no venga más tarde sobre nosotros por hacer “leña del árbol caído”.



1) Nacimiento, niñez y juventud. Ancestros y Padres.
Se tiene un alto grado de seguridad que Jonás el profeta, es el identificado en 2do. de Reyes 14:25, en tiempos de Jeroboam II (alrededor del 780 a.C.). Originario de Gat-hefer, ciudad zabulonita (la tradición rabínica señala que su madre era de Aser mientras su padre de Zabulón) en las cercanías de Nazaret. Hijo de Amitai. San Jerónimo sugiere la posibilidad que “Jonás” provenga de la raíz “Yanah” (“quejarse” o “llorar”) que explica la actitud del profeta en el capítulo 4 del libro que narra su historia. Según una antigua tradición mencionada por San Jerónimo, y que se encuentra en “Pseudo-Epifanio”, Jonás era el hijo de la viuda de Sarepta, cuya reanimación por el profeta Elías se narra en 1ero. de Reyes 17, pero esto sólo es suposición.
2) Educación o Experiencia Formativa.
Poco se sabe de la educación o experiencia formativa de Jonás. Si se sigue la línea de la tradición judía, según la cual, fue Jonás también el que ungió al rey Jehú por encargo del profeta Eliseo (2do. de Reyes 9:1), se puede asumir que estuvo en una comunidad profética inaugurada años antes por Elías y continuada por Eliseo. Podría suponerse entonces que su formación fue conforme a dicha escuela de profetas. Sin embargo, esto se basa en una línea de tradición judía.
3) Llamamiento a trabajo específico.
Se encuentra a Jonás, según la tradición, ya profetizando en tiempos de Jeroboam II. Ya que el libro de Jonás es sólo el recuento de su experiencia en Nínive, se contempla dentro de su llamamiento para la obra profética. Se desconoce a ciencia cierta si el profeta es también el autor del libro de Jonás, sin embargo, el relato muestra con claridad el encargo claro de parte de Dios de ir a Nínive a proclamar el arrepentimiento o sufrir la destrucción de manos de Dios.
El llamamiento de Jonás es específico a Nínive, capital del reino Asirio. Éste también incluye un tiempo preciso para el arrepentimiento. Esta fue la encomienda de parte de Dios para la “paloma”.
4) Servicio a Dios y efectos en otras personas.
Jonás resiste cumplir con la encomienda que Dios le da. Es necesaria una serie de peripecias marítimas para que el profeta decida proclamar arrepentimiento a la capital asiria. Su servicio a Dios se realiza no de la mejor forma, pero el efecto en las personas ninivitas es sorprendente. El temible pueblo asirio se arrepiente y Dios tiene misericordia de los moradores de Nínive. Aunque el servicio a Dios de parte del profeta se realiza incluso con una expresa molestia de Jonás, el efecto en Nínive es su salvación del inminente juicio de Dios. Nínive recibió con arrepentimiento el mensaje de Dios a través del “mal encarado” profeta Jonás.
5) Aspectos negativos y positivos de su vida.
Sin duda alguna uno de los aspectos negativos que más se enfatiza al hablar de la vida del profeta Jonás, es su negativa a la orden de Dios de proclamar arrepentimiento a la gente ninivita. Jonás tiene sus razones (probablemente nacionalistas y religiosas) por las cuales se opone con vehemencia al mandato de Jehová, lo que constituye probablemente la “gran mancha” de Jonás en su labor profética. Sin embargo, el cumplimiento de la obra habla bien del profeta. Jonás muestra el celo del profeta que desea el juicio sobre una nación idolatra más que la posible salvación que pueda obtener. Hablar “a la ligera” mal de Jonás, sería desconocer los motivos que lo enemistaban profundamente con sus rivales (y cruentos) asirios.
6) Evaluación de su carácter y sus relaciones personales con otros.
Algunos comentaristas señalan: “En cuanto a la personalidad de Jonás, para formarse de ella un concepto exacto ha de tenerse presente que Dios no se propone aquí ofrecernos un ejemplo de vida santa, ni de celo en la predicación, ni de sabiduría, como en Jeremías, Ezequiel o Daniel, sino, a la inversa, mostrarnos la lección de sus yerros.”
La conducta que muestra Jonás en el libro, no es precisamente la ideal del profeta: desobedece el mandato de Dios, clama a Él en su angustia de muerte, obedece finalmente pero llevando un mensaje escueto y pobre a la ciudad de Nínive, se molesta cuando Dios tiene misericordia de la gente ninivita e incluso muestra señales de rabia contra Dios por mostrar su favor para dicha gente.
7) Su muerte, lugar, manera y efectos.
Se desconoce el lugar de la muerte de Jonás. Según alguna tradición judía, dice que “murió en paz” y fue enterrado en “Kainán” (Pseudo-Epifanio)
8) Aplicación personal de la vida del profeta.
Como mensajeros de la Palabra de Dios, hemos de mostrar misericordia con los que Dios desea tener misericordia. Una aplicación personal puede ser quizá el guardar nuestro corazón del elitismo o de la “cerrazón religiosa” que algunas personas tienen con respecto a Dios. Dios muestra su favor a quien Él desea. ¿Quiénes somos nosotros para molestarnos o reclamar a Dios por tener misericordia aún de nuestros enemigos? Debemos limitarnos a hablar las palabras que Dios nos mande hablar, sin emitir juicios condenatorios en donde Dios desea mostrar su amor y su misericordia.










1) Nacimiento, niñez y juventud. Ancestros y Padres.
La fecha tradicional de nacimiento del profeta se sitúa alrededor del 800 a.C. (contemporáneo dicen algunos de Isaías) en una pequeña localidad llamada Moseret de Gat, ubicada a aproximados 40 kilómetros de la ciudad de Jerusalén. Se desconocen muchos detalles de su vida. “Pseudo-Epifanio” considera efrateo a Miqueas, pero esto no se puede asegurarse con certeza.
2) Educación o Experiencia Formativa.
Algunos comentaristas señalan que tuvo una vida de campo y no de ciudad. Esa fue su formación. Sin embargo, no hay evidencia sólida de si el profeta tuviera una educación o experiencia formativa cabal. Su hogar  le proporcionó un carácter justo que aborrecía las injusticias cometidas en la ciudad.
3) Llamamiento a trabajo específico.
La tradición indica que profetizó en los días de Jotam, Acaz y Ezequías. Su ministerio, si se considera que profetizó durante todo el reinado de los 3 citados anteriormente, abarca cerca de sesenta años. Miqueas es llamado a señalar las condiciones morales que prevalecieron en su época, además de profetizar el advenimiento del Mesías. Muchos comentaristas apuntan que su mensaje fue dirigido al pueblo. Aunque su profecía mayoritariamente fue dirigida a Judá, también profetizó para Israel y su caída tiempo después en 722 a.C.
4) Servicio a Dios y efectos en otras personas.
Su servicio a Dios se pone de manifiesto al llevar a cabo su labor profética. Es significativa la forma en la que se relaciona con las otras personas para dar el mensaje de Dios. El andar descalzo y desnudo (1:8) muestra un vívido sentir al expresar su profecía. Un hombre sencillo, de campo, denunciando las injusticias de los moradores de Judá. Seguramente tuvo un fuerte impacto en las personas que le escucharon.

5) Aspectos negativos y positivos de su vida.
Miqueas al ser un hombre de campo y no de ciudad, no tenía, según algunos comentaristas, tendencia hacia los vicios e inmoralidades de la gente citadina de Judá. Algunos comentan que tenía una “fuerte predisposición natural en contra de sus vicios, sus atractivos, sus lujos, y lo indulgentes que eran los hombres para con ellos mismos.” Su espíritu ardía contra las injusticias hechas por estos hombres.
6) Evaluación de su carácter y sus relaciones personales con otros.
Miqueas se caracteriza, según los comentaristas, por un profundo nacionalismo y amor por sus compatriotas pobres. Poseedor de una alta ética, gran valor y fidelidad al hablar la palabra de Dios. Apasionado por la justicia social. Seguramente su profecía no fue bien aceptada como la de otros contemporáneos suyos, pues hablaba con sinceridad y denuedo de los terribles despojos hechos al desvalido. Sin embargo, en Miqueas se ve la personalidad fuerte de aquel que vive con la “gente del pueblo” y alza la voz por ellos.
7) Su muerte, lugar, manera y efectos.
Se desconoce con certeza el lugar de la muerte de Miqueas. Según alguna tradición judía, fue asesinado por Joram, hijo de Acab. Según algunos, Acab dio la orden de que lo arrojaran desde un precipicio (Pseudo-Epifanio). Según esta tradición, fue enterrado en “Morathi”, cerca del cementerio de “Enakim” o en “Chesil”, una ciudad al sur de Judá. Otra tradición refiere que “murió en paz” y fue enterrado en “Anikám”
8) Aplicación personal de la vida del profeta.
Miqueas nos invita a levantar la voz ante las injusticias sociales. A pesar de no ser de una familia gobernante o “importante” en el pueblo de Dios, Miqueas levanta de forma contundente su voz ante las injusticias cometidas. Así debemos hacerlo nosotros también. Creo que en ocasiones, el pueblo de Dios se encuentra en una vergonzosa apatía ante las cosas terribles que pasan en nuestras comunidades, cuando el llamado de Dios es también levantar la voz en denuncia de las tales.
1) Nacimiento, niñez y juventud. Ancestros y Padres.
Nahúm profetizó, según algunos, en el comienzo del reinado de Acaz (743 a.C.). Otros le sitúan en la segunda mitad del reinado de Ezequías (709 a.C.). Otros más consideran que se debe ubicar en alguna fecha entre el 663 al 612 a.C. Su lugar de nacimiento también se discute: Algunos argumentan que fue en Elkós (cerca del río Tigris); otros como Jerónimo sostienen que fue originario de Galilea y su aldea cercana a Capernaum (“casa de Nahúm”), etc. Con certeza no se puede asegurar su origen, pero una tradición judía lo identifica con la tribu de Simeón.
2) Educación o Experiencia Formativa.
Se desconoce si Nahúm tuvo alguna experiencia formativa o educación particular, además de su sobrada percepción de la vida, la naturaleza y sus elementos, formando parte de su labor profética. Su nacionalismo y su celo por el pueblo de Dios aunado a su juicio sobre Nínive también forman parte de su sentir personal.
3) Llamamiento a trabajo específico.
A diferencia de otros profetas, Nahúm no enuncia castigo para el pueblo de Dios. Aunque profetiza en Judá, su hermosa profecía en forma poética, describe la destrucción de Nínive. Es llamado a llevar un mensaje de esperanza a Judá, pues serían librados de sus enemigos más temidos.
4) Servicio a Dios y efectos en otras personas.
Nahúm se enfoca a expresar la “visión” dada por Dios en su labor profética. El juicio de Dios sobre Nínive es el tema sobre el cual gira todo su hermoso libro. Seguramente causó alegría en la gente de Judá el saber que Dios vengaría las atrocidades cometidas por el reino Asirio. Probablemente el mensaje haya sido recibido con agrado, dado que no contenía ninguna condenación para Israel, y sí para su terrible enemigo Asiria.

5) Aspectos negativos y positivos de su vida.
Se desconoce mucho del profeta, pero es notable su sentir hacia el pueblo de Israel. También se percibe su pasión al casi estallar en contra de la impiedad y crueldad de los ninivitas. Es un hombre diestro para expresar con imágenes vívidas su profecía.
6) Evaluación de su carácter y sus relaciones personales con otros.
Algunos comentaristas alaban la grandeza poética de Nahúm, considerándolo como un poeta enérgico y brillante, además de diestro para la expresión. Es alguien elegante, expresivo y apasionado. Seguramente recibió buena aceptación en Judá su profecía, pues era en contra de su rival Nínive.
7) Su muerte, lugar, manera y efectos.
No se conoce con absoluta certeza el lugar de su muerte. Según la tradición judía, “murió en paz” y fue sepultado en su propia tierra.
8) Aplicación personal de la vida del profeta.
En lo personal la profecía de Nahúm me recuerda la total soberanía y control que tiene Dios. Él no se olvida de emitir sus juicios, independientemente de la condición de su pueblo. Me parece que Nahúm es un claro recordatorio a todos los enemigos de Dios, de que el juicio se acerca. Nahúm también me muestra un amor para el pueblo de Dios. Nahúm ama a su pueblo, y parte de ese amor se expresa en la total certeza de la venganza de Dios sobre sus enemigos.




1) Nacimiento, niñez y juventud. Ancestros y Padres.
La tradición fecha a Habacuc alrededor del 699 a.C. Es un profeta del que poco se sabe fuera de lo contenido en su profecía y lleno de múltiples asignaciones a su origen e identidad. Su nombre incluso, según algunos comentaristas, puede provenir de la palabra asiria “hambkuku”, que significa “hortaliza”. Se ha dicho de él que era un hombre prominente de Jerusalén, o un discípulo de Isaías, o un perteneciente de la tribu de Leví, o según alguna tradición judía (Pseudo-Epifanio), miembro de la tribu de Simeón (nacido en la tierra de Zoar o en tierra de “Bethsocher”). Incluso algunos documentos fantásticos lo señalan como el portador de comida a Daniel en el foso de los leones (“Bel y el Dragón”) o como hijo de la sunamita (y un tal “Jesús”) que alimentó a Eliseo. Alguna interpretación cabalística extrema lo señala incluso como la “reencarnación de Adam”
2) Educación o Experiencia Formativa.
Se desconoce si Habacuc tuvo experiencia formativa. Los partidarios de su origen levita consideraran que su formación fue conforme al sacerdocio. Si se sigue la línea que piensa que fue discípulo del gran profeta Isaías, entonces su experiencia formativa fue con aquél. Hay una postura que establece que estuvo cautivo en Nínive y siendo testigo de un primer ataque a la ciudad (en 625 a.C. a mano de caldeos y babilonios), esto le permite anunciar un segundo ataque. Otros más piensan que tuvo contacto con Jeremías residiendo en Jerusalén, y el “redescubrimiento” de Deuteronomio en 621 a.C. le permitió adquirir formación profética mayor.





3) Llamamiento a trabajo específico.
El llamamiento específico de Habacuc fue el de anunciar la destrucción venidera de los caldeos, animando a Judá en su tiempo de prueba. Al igual que Nahúm, Habacuc no emite algún juicio sobre Judá, sino que comparte con ellos la certeza del favor de Dios aún en tiempos difíciles.
Sin embargo, algunos comentaristas consideran que Habacuc no es llamado a “profetizar” como tal, sino a simplemente compartir con el pueblo el diálogo entre él y Dios con respecto a sus circunstancias desfavorables. Habacuc da así ánimo al pueblo al mostrar su propia experiencia personal de fe a pesar de las circunstancias.
4) Servicio a Dios y efectos en otras personas.
Habacuc sostiene un “diálogo” con Dios, en donde expresa su incertidumbre, a lo cual Dios responde con una hermosa promesa de salvación y juicio a sus opresores en tiempo futuro. Seguro las palabras de Habacuc trajeron ánimo y aliento a una nación que vivía situaciones adversas.
5) Aspectos negativos y positivos de su vida.
A pesar de que algunos comentaristas lo consideran como el “libre pensador” de entre los profetas por sus dudas expresadas a Dios, Habacuc también se convierte en un referente a la confianza plena en Dios a pesar de las circunstancias adversas. Quizá lo más cuestionable de Habacuc sería el reclamo con el cual comienza su mensaje profético. Lo más positivo es su final “oda” a la confianza y regocijo en Dios a pesar de las circunstancias.
6) Evaluación de su carácter y sus relaciones personales con otros.
Habacuc es un pensador. Es un “filósofo” dicen algunos comentaristas. Dicen de él: “profundo, ardiente, sencillo; poseía una originalidad inusitada y una potencia poco común; era sensible, especulativo, el suplicante entre los profetas y el predicador del optimismo teocrático.” Poco se sabe de sus relaciones con otros. Su profecía relata su relación con Dios. Sin embargo, es de suponer que el mensaje de juicio sobre los enemigos del pueblo de Dios alegraría a sus oyentes.
7) Su muerte, lugar, manera y efectos.
No se conoce con absoluta certeza el lugar de su muerte. Según alguna tradición judía, fue apedreado en Jerusalén por los habitantes de Judá. “La vida de los profetas” considera que huyó a “Ostrakine” en Egipto, regresó a su tierra natal para dedicarse a la labranza y dos años después de su regreso murió.
8) Aplicación personal de la vida del profeta.
Habacuc nos recuerda que Dios está en control de todo, a pesar de que nosotros veamos circunstancias adversas. También es reflejo de la total confianza en Dios “aunque la higuera no florezca”. Me enseña a depender de Dios en toda circunstancia, a “gozarme en el Dios de mi salvación.” Habacuc expresa total confianza en Dios en situaciones desfavorables. Una fe a prueba de toda circunstancia es la que Dios quiere de sus hijos.










1) Nacimiento, niñez y juventud. Ancestros y Padres.
La tradición sitúa al profeta Sofonías aproximadamente en el 630 a.C. Según 1.1, él mismo traza su ascendencia hasta el mismo rey Ezequías, e hijo de Cusi. Si así fuere, el profeta probablemente creció en Jerusalén, desarrollándose dentro de la aristocracia gobernante. Se cree que fue contemporáneo y colaborador del profeta Jeremías. Según alguna tradición judía, era de la tribu de Simeón.
2) Educación o Experiencia Formativa.
Probablemente, según algunos comentaristas, “tenía un conocimiento excepcionalmente completo de Jerusalén” ya que pudo haber sido formado en la corte real. Algunos consideran que su concepción histórica era amplia, e incluso, que pudo también incluso pertenecido a alguna escuela profética desde muy joven.
3) Llamamiento a trabajo específico.
Sofonías es llamado a profetizar a los habitantes de Judá y Jerusalén. Algunos comentaristas creen que particularmente a la clase gobernante y real. Algunos comentaristas creen que el joven rey Josías fue animado por la profecía de Sofonías para poder llevar a cabo su reforma religiosa en el 621 a.C. Sofonías proclama “el día de Jehová” un “día de ira”, pero también de regocijo.  Fue llamado a profetizar el día de Jehová a Judá y Jerusalén, además de amonestaciones dirigidas a Filistea, Moab, Amón, Etiopía y Asiria. Finalmente anuncia la salvación para “el resto de Israel”.
4) Servicio a Dios y efectos en otras personas.
Si su ministerio profético fue en los días de Josías, probablemente su servicio a Dios tuvo en efecto positivo en la vida del joven rey, quien realizó una gran reforma religiosa en Judá.

5) Aspectos negativos y positivos de su vida.
Se desconocen muchos detalles de la vida del profeta salvo los que se encuentran en el libro que lleva su nombre. Sofonías es un profeta “serio” según algunos comentaristas. Anuncia juicio inminente y eso le hace un profeta inflexible aunque esperanzado en la futura restauración de Judá. Algunos comentaristas realzan su austeridad, su templanza y su rectitud de vida. Probablemente no era tan cercano al pueblo, aunque abogaba con pasión por su causa.
6) Evaluación de su carácter y sus relaciones personales con otros.
Algunos comentaristas que a Sofonías se le califica de “fanático” dada su fuerza en el mensaje de juicio de parte de Dios. Algunos comentan: “dejó la impresión de que era demasiado enérgico y que carecía de simpatía hacia los demás, resultando inadaptable al medio”. Probablemente por su mensaje “seco” o demasiado “recto” no gozara de la popularidad de quienes le escucharon.
7) Su muerte, lugar, manera y efectos.
No se conoce con absoluta certeza el lugar de su muerte. Una tradición judía dice que murió en paz en su lugar de origen.
8) Aplicación personal de la vida del profeta.
Este profeta me enseña a tomar las cosas de Dios con seriedad. Pareciera que este profeta “principesco” (como le llaman algunos comentaristas), no toma en juego el juicio de Dios sobre las naciones. Creo que una aplicación práctica para mi vida es esta faceta de la vida del profeta: toma en serio su papel profético.


1) Nacimiento, niñez y juventud. Ancestros y Padres.
Poco se sabe de la vida de este profeta. Se sitúa tradicionalmente alrededor del 520 a.C. Según alguna tradición antigua, nació en Jerusalén (donde pudo haber visto el primer Templo), fue llevado cautivo por Nabucodonosor y después Ciro le permitió el regreso (siendo ya de edad mayor). Algunos asocian su nombre con el de Zacarías. Según alguna otra tradición judía, fue sacerdote y perteneció a la Gran Sinagoga. Algunos más consideran, a causa de su nombre, que su nacimiento se dio en día festivo. Alguna tradición judía considera que no nació en Jerusalén sino en el cautiverio babilónico.
2) Educación o Experiencia Formativa.
Se desconoce la educación o experiencia formativa de Hageo. Si vivió en Babilonia, probablemente pudieron haber tenido la educación del reino en dicho lugar. Sin embargo, no se puede precisar con certeza la experiencia formativa del profeta, salvo la de su misma vida al vivir en la época en donde se requería comenzar a regresar a Jerusalén. Algunos consideran que tuvo participación directa en el restablecimiento y ajustes en la liturgia del Templo, por lo que necesariamente tuvo que tener experiencia formativa relativa al sacerdocio.
3) Llamamiento a trabajo específico.
Hageo se dirige al pequeño remanente que ha regresado del exilio babilónico bajo el liderazgo de Zorobabel y Josué. Hageo es mandado a “reavivar” el celo por la obra del Templo. Es llamado a animar al pueblo y a los dirigentes de la obra, quienes la habían suspendido durante aproximados 14 años.
4) Servicio a Dios y efectos en otras personas.
Hageo fue un fiel servidor de Jehová. El efecto en el pueblo fue completamente positivo.  Sus escuchas fueron poderosamente persuadidos a continuar la obra de la reconstrucción. Para algunos comentaristas, la obra de Hageo fue pieza clave del retorno de los judíos y de la obra de reconstrucción del Templo.
5) Aspectos negativos y positivos de su vida.
Hageo cuenta con una pasión, un nacionalismo y una religiosidad digna de admirar. No es cosa sencilla trabajar en el pueblo y los dirigentes para animarles a reconstruir. ES admirable notar que Hageo siempre ve por el bien colectivo y no por el bien particular. Su mensaje profético anima a quienes laboran, a recordar que Dios bendecirá su obra. Me parece que  en su vida sólo encuentro aspectos muy positivos y que animan a poner “manos a la obra”
6) Evaluación de su carácter y sus relaciones personales con otros.
El carácter de Hageo es de completa determinación, ánimo, esperanza y confianza en Dios. Contaba con un celo grandioso por la obra del Señor y la supo transmitir a quienes estaban involucrados en el proyecto. Hageo muestra un carácter cooperativo y persuasivo, además de una mente “económica” y administrativa notable. Sus relaciones con los demás fueron altamente fructíferas. A pesar de que el desaliento había sido presa de ellos, Hageo fue capaz de despertarlos del letargo y reactivarlos a la obra de la reconstrucción.
7) Su muerte, lugar, manera y efectos.
Se desconoce acerca de la muerte de Hageo. Según alguna tradición judía Hageo “descanso en paz”.
8) Aplicación personal de la vida del profeta.
Hageo es la muestra de quien confía en las promesas de Dios para concluir una obra inconclusa. Es ejemplo de aquel que no desmaya a pesar de las circunstancias adversas. Es ejemplo del que anima a otros a trabajar en sinergia. Muchas son las aplicaciones que yo encontré en este gran profeta. Me anima a seguir adelante, a seguir construyendo, a apasionar a otros y a no cesar aún a pesar de los vientos en contra.


1) Nacimiento, niñez y juventud. Ancestros y Padres.

A Zacarías se le sitúa en el 520 a.C. Se dice que es “Hijo de Berequías, hijo de Iddo”. Algunos comentaristas señalan que nació en el cautiverio babilónico y que fue traído a Jerusalén a una edad muy temprana (otros dicen que fue sino hasta que ya era viejo). Se cree, según alguna tradición, que quedó huérfano a muy temprana edad y comenzó su ministerio profético muy joven. Su linaje era, según la tradición, sacerdotal (Leví).
2) Educación o Experiencia Formativa.
Algunos comentaristas señalan que la predicación de Hageo caló hondo en la vida del profeta Zacarías. No pudo quedarse callado más. Es también sugerido que tenía la educación “sacerdotal” de aquellos tiempos. Su linaje sacerdotal seguramente habría influido fuertemente en su formación personal.
3) Llamamiento a trabajo específico.
Zacarías es llamado a motivar, alentar y fortalecer al pueblo (al igual que lo hizo Hageo), en la reconstrucción del Templo en Jerusalén. Zacarías comienza su ministerio profético 2 meses después que Hageo, pero algunos comentaristas sugieren que su ministerio se prolongó hasta la conclusión de la obra o aún más. Zacarías profetiza también respecto al futuro reinado de Israel y su Rey. Mediante las visiones recibidas por Dios, Zacarías presenta un Reino de Dios sobre todos sus enemigos en el tiempo postrero.
4) Servicio a Dios y efectos en otras personas.
Así como Hageo influyó positivamente en su servicio a Dios mediante su predicación, de la misma forma lo hizo el sacerdote Zacarías. Su efecto fue positivo, hasta la feliz conclusión de la obra en el 516 a.C.
5) Aspectos negativos y positivos de su vida.
Zacarías influyó positivamente en el restablecimiento de la gente que regresaba a Jerusalén. Lo positivo es que “inyecta” las visiones que Dios le da en el corazón del pueblo para la culminación de la obra. Es un profeta que mira hacia adelante sin desfallecer. Su interés por la reconstrucción también muestra un celo nacional profundo en él. Lleva al pueblo a “ver” con sus palabras, el futuro que Dios tiene preparado para ellos.
6) Evaluación de su carácter y sus relaciones personales con otros.
Zacarías cumple la labor sacerdotal de  liderar al pueblo al encuentro con Dios. Pareciera un hombre que usa de vivas ilustraciones para cumplir con su propósito. Parece que sus relaciones personales fueron buenas, pues tras pocos años, el pueblo logró su cometido de terminar la obra. A pesar de la situación vulnerable de la nación, Zacarías e levanta con un fuego abrazador para dirigir al pueblo a la meta.
7) Su muerte, lugar, manera y efectos.
Según una tradición judía, vivió muchos años, murió en paz y fue enterrado al lado de la tumba de Hageo.
8) Aplicación personal de la vida del profeta.
De Zacarías se pueden aplicar muchas cosas. El celo por las cosas de Dios. La constancia para seguir con el trabajo que había comenzado Hageo. La tenacidad para seguir adelante a pesar del desánimo de los propios y de la amenaza de los extraños. Zacarías usa un lenguaje expresivo expresando las visiones que tiene de parte de Dios. Él comparte la visión que Dios le da. La plena confianza de que Dios ha de establecer su Reino sobre todos sus enemigos. Hay muchas cosas que el profeta Zacarías puede enseñarnos.





1) Nacimiento, niñez y juventud. Ancestros y Padres.
Poco se conoce del profeta Malaquías, tanto así, que incluso algunos creen que se trata más de una persona que ejercía la profesión de “mensajero” que de un nombre propio. Algunos más (como el Targum de Jonatán), señalan que “Malaquías” fue un nombre adoptado por Esdras para escribir la profecía. Siguiendo la tradición, Malaquías se podría situar en el 435 a.C.  Según alguna tradición judía, Malaquías nació después del regreso de la gente a Jerusalén, y debido a su hermosura, fue llamado “Malaquías”, “mensajero del Señor” o “ángel”. Según “Pseudo-Epifanio”, era zabulonita.  Alguna otra tradición judía llega a identificarlo con Mardoqueo (Talmud Babilónico).
2) Educación o Experiencia Formativa.
Se desconoce la educación del profeta, pero debido al estilo literario que presenta y al método dialéctico en su profecía, se puede deducir que fue formado con los escribas.
3) Llamamiento a trabajo específico.
Malaquías habla al pequeño remanente que regresó del cautiverio para establecerse en Jerusalén y Judá. Sin embargo, el pueblo había caído en un cierto “letargo” después de la actividad de Esdras y Nehemías. El profeta denunció la insensibilidad, el mero cumplimiento exterior, el materialismo y la hipocresía en el culto a Dios. Este fue el llamado del profeta.
4) Servicio a Dios y efectos en otras personas.
Su servicio a Dios fue el denunciar la tibieza espiritual del pueblo que había regresado de cautiverio. Probablemente no haya causado agrado la profecía de Malaquías, pues en su profecía, las respuestas que el pueblo da, son respuestas defensivas.


5) Aspectos negativos y positivos de su vida.
La parte positiva que encuentro en Malaquías es que es un reformador de su tiempo. No se conforma con el simple cumplimiento vacío de ritualismos. Fue un hombre de convicciones firmes, y celoso de que se llevara a cabo una religión verdadera y no una farsa. Probablemente algún aspecto negativo pueda ser la dureza con la que expresa su profecía.
6) Evaluación de su carácter y sus relaciones personales con otros.
Su carácter es el del celoso defensor de la religión verdadera. Es un fogoso predicador que anima al pueblo a honrar a Dios de la manera en que debe ser honrado. Probablemente no tuvo mucha aceptación o popularidad con el pueblo, pero su carácter revela la firmeza de aquel que está dispuesto a denunciar la práctica falsa e hipócrita, alejándose del verdadero significado del culto a Dios.
7) Su muerte, lugar, manera y efectos.
Según una tradición judía, el profeta Malaquías murió joven (Pseudo-Epifanio). Fue enterrado en su tierra en paz, junto a sus padres. Algunos comentaristas señalan que a la muerte de Malaquías, el “Espíritu Santo” se “retiró” de Israel.
8) Aplicación personal de la vida del profeta.
Malaquías me enseña que el amor a Dios y a su servicio debe ser sin fingimiento y entregando todo lo mejor. Me enseña a denunciar con firmeza cuando nuestra adoración se convierta en un ritual vacío alejado del corazón de Dios. La tibieza espiritual trae consecuencias. Malaquías me enseña a tomar en serio el servicio a Dios, con toda la profundidad y reverencia que se requiere y no como un mero “trámite” a cumplir.







Por Marvin Peluffo

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